En la década de los 60 del siglo XX, la afamada casa de porcelanas Lladró regaló al papa Pablo VI un juego de figuras que representaban a los tres Reyes Magos, que terminaron separadas, ya que el santo padre decidió obsequiar sendas estatuas a los astronautas que viajaron a la Luna en 1969 -Armstrong, Aldrin y Collins- porque consideró que eran los mensajeros de Dios en el mundo exterior. La empresa valenciana, al enterarse, se los repuso, pero las personas que quieran ver de cerca estas históricas piezas no tendrán que viajar al Vaticano ni a los respectivos hogares de los tripulantes del Apolo XI, puesto que se encuentran -desde hoy y hasta el próximo 31 de enero- en el museo-taller Santxotena de Artziniega [..]